El cáncer de próstata a menudo crece tan lentamente que una gran mayoría muere por otras causas.
Santo Domingo.- El cáncer de próstata es el cáncer visceral que se diagnostica más comúnmente en hombres en los Estados Unidos , se estima que en el 2018 hubo 165 mil diagnóstico nuevos y 29 mil muertes, argumenta la Dra. Jazmín García, radioncóloga de Centro Avanzado de Radioterapia, Savia Care.
En todo el mundo hay, 1 millón 600 mil casos nuevos y 366 mil muertes por año, es el cáncer más comúnmente diagnosticado en hombres, la séptima causa de muerte por cáncer y 1 de cada 6 hombres será diagnosticado con cáncer de próstata, detalla la especialista.
“Muchos casos no se vuelven clínicamente evidentes, como se indica en las series de autopsias, donde se detecta cáncer de próstata en aproximadamente 30% de los hombres de 55 años y 60% a la edad de 80 años”, puntualiza.
El cáncer de próstata a menudo crece tan lentamente que una gran mayoría muere por otras causas.
Los factores más importantes para seleccionar el tratamiento inicial incluyen: Extensión anatómica de la enfermedad (tumor, ganglio, metástasis, TNM); grado histológico (puntuación de Gleason, grupo de grado) y características moleculares del tumor; PSA, resultado estimado de las diferentes opciones de tratamiento, posibles complicaciones con cada enfoque de tratamiento, la condición médica general, la edad y la comorbilidad del paciente, así como las preferencias individuales.
En pacientes de bajo riesgo una de las opciones es la vigilancia activa, esta implica evitar o posponer la terapia inmediata combinada con una vigilancia cuidadosa, el tratamiento definitivo se ofrece si hay evidencia de que el paciente tiene un mayor riesgo de progresión de la enfermedad, explica la especialista.
Para entrar en protocolo de vigilancia activa los pacientes deben tener menos de 3 cores positivas en la biopsia, con menos de 50% de cáncer en cada una y PSAD <0.15 ng/ml/g.
En ese grupo de bajo riesgo se recomienda vigilancia activa en pacientes con una expectativa de vida inferior a 20 años.
Finaliza puntualizando que, si un paciente de bajo riesgo desea tratamiento definitivo en lugar de vigilancia, las opciones indicadas de tratamiento son la cirugía y la radioterapia, ambas con excelentes resultados en este grupo de pacientes.